Es habitual que a la hora de comprar una casa antigua nos atraiga su precio y espacio, aunque no su aspecto.
Las vivientdas tanto en estructura como en tamaño, eficiencia y decoración van cambiando con cada época, lo que significa que a la hora de comprar y vender nos encontremos con este tipo de viviendas a "rehacer".

Pese a tener que enfrentarnos a una reforma de mayor o menor tamaño, en la mayoría de los casos nos compensará antes comprar una casa antigua que comprar una de nueva construcción. Si perdemos este miedo a las reformas, podemos encontrarnos con un nuevo proyecto con un toque personal propio.

Será vital, por lo tanto, no cerrarnos a una compra por la primera apariencia de este nuevo hogar y podamos imaginar tanto en plano como en una inspección visual el potencial de las habitaciones.

Consejos para comprar casa antigua

• Planifica paso a paso la reforma de la casa. Aunque siempre podemos encontrarnos con contratiempos, deberemos saber cuáles son los imprescindibles que queremos lograr con nuestra reforma (tener dos baños, tener armarios empotrados, un salón abierto, etc.)
  
  
• Tener un presupuesto realista. Si bien es cierto que partimos de un presupuesto básico, cuenta con un pequeño margen para imprevistos.
  
  
• No aplazar la reforma para cuando estemos instalados. Esto no sólo puede suponer un gran atraso para disfrutar de tu casa, si no que posiblemente el presupuesto marcado vaya evolucionando por falta de prioridades.
  
  
• No pensar en la iluminación y las tomas. En muchas ocasiones nos dejamos llevar por las tendencias y la pura estética, dejando a un lado lo práctico o no que pueda ser en nuestro día a día. Una lámpara oscura por ejemplo puede ser bonita y estar de moda, pero no permitir ver la mesa en la que nos sentamos.
  
  
• Espacio para almacenar. Aunque una cocina (por ejemplo) minimalista sea estéticamente agradable, lo será más un armario ordenado en el día a día. Encarguémonos de aprovechar el espacio y crear sistemas de almacenaje lógicos y amplios para no desesperarnos a la hora de la verdad.
  
  
• No pensar sólo en el dinero. Este detalle puede ser el gran arrepentimiento de nuestra obra. Y es que en muchas ocasiones lo barato sale caro, por lo que os aconsejamos invertir en lo que harán de tu casa un hogar definitivo (buenos profesionales, calidades en los materiales y mobiliarios).

La planificación de un nuevo hogar siempre será estresante, pero puede ser también realmente gratificante.